Zerolo posterga la reparación de la obra de Chirino
Foto: Acfi Press Imagen de la escultura mutilada de Martín Chirino.
Carmen Delia Aranda 
/ Las Palmas de Gran Canaria
El Consistorio de Santa Cruz Tenerife debe reparar la obra de Martín Chirino, pero, según el alcalde de la ciudad, Miguel Zerolo, el asunto tendrá que esperar tiempos mejores. El primer edil aseguró ayer que no tiene intención de financiar la restauración ahora.
Probablemente, serán los tribunales los que obliguen al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife a reparar la obra El sueño de los continentes, del reconocido escultor canario Martín Chirino, mutilada en 2009 por iniciativa municipal, aduciendo que su brazo horizontal corría riesgo de desplome. Eso es lo que se desprende de las declaraciones realizadas por el alcalde, Miguel Zerolo, ayer en la emisora Radio Club Tenerife.
Zerolo dijo que, a pesar de entender el malestar del artista por la amputación de la gran espiral voladiza, no tiene intención de iniciar el proceso para recuperar la escultura de la tinerfeña Plaza de Europa. «Estamos en una época de crisis y no vamos a poner dinero para la escultura teniendo otras necesidades que cubrir», aseguró el alcalde, echando por tierra las pretensiones del Organismo Autónomo de Cultura, cuya presidenta, Maribel Oñate, iba a proponer la reparación de la obra escultórica en una próxima reunión.
Según la concejala de Cultura, la escultura ha sido víctima de un cúmulo de despropósitos, ya que, tras la mutilación de la pieza por motivos de seguridad, no se habló con el artista para planear la reparación de la obra. Además, el Pleno aprobó por unanimidad en 2010 pedir disculpas al autor. Pero no se remitió misiva alguna a Chirino.
En los tribunales. La Ley de Propiedad Intelectual protege el derecho del autor a tener el control sobre la integridad de su obra y el derecho a ser adecuadamente reconocido. Este precepto es el que ha empujado a la sociedad Vegap, Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos, a interponer una demanda contra el Ayuntamiento de Santa Cruz por valor de alrededor de medio millón de euros al entender que su actuación constituye un grave desprestigio para la obra del autor.
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