¡DEJEN TRABAJAR AL HOMBRE!
Si hay gente en Arucas que curre de verdad son los labrantes de la glorieta de Poeta Lezcano, frente al mercado municipal. Día y noche, llueva o haga sol, verano e invierno; para ese equipo de trabajadores todos los días de la semana son iguales, sábados y domingos, cuando el resto de la ciudadanía está restaurando el cuerpo, ellos siguen en el tajo dándole que te pego. ¡Un ejemplo de laboriosidad!
Pero ¡oiga cristiano!: el cabuquero está cabreado de verdad. Hace meses, en un descuido, mientras se tomaba un buchito de café del termo que le había preparado la parienta Pinito, algún gracioso le quitó el marrón...y hasta la fecha. Así que nos mandó un e-mail pidiéndonos, con mucha educación, que publicáramos su desconsuelo para ver si alguien puede devolverle la herramienta.
Al parecer, según nos dijo Pepe Luis Marrero, primo hermano del cabuquero, el marrón de marras lo han visto por el almacén municipal. Bueno, si es así y se lo llevaron prestado por unos días para alguna obra de urgencia, hagan el favor de devolverlo ya a su sitio. ¡DEJEN TRABAJAR AL HOMBRE!
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