Una estatua de Francisco de Asís preside la plaza de Castillo del Romeral
Donada por su cura párroco como monumento a la paz, la figura en piedra fue inaugurada este jueves
La plaza pública La Santa Cruz, del Castillo del Romeral, luce desde este jueves, festividad de San Francisco de Asís, una estatua del santo y su ‘hermano lobo’, donada al barrio por su cura párroco, el franciscano natural de La Isleta, Armando Ladeiro Martín.
La inauguración de esta escultura de piedra de algo más de un metro de altura sobre pedestal, a la entrada de la plaza aledaña a la iglesia, tuvo lugar en el marco de la noche del pueblo, dentro de las fiestas patronales del Castillo, coincidiendo con el primer aniversario de Ladeiro Martín como sacerdote católico de la zona y, también, como éste se encargó de recordar en su homilía, coincidiendo con la onomástica de este santo al que considera uno de los primeros promotores de la paz a nivel mundial.
Fueron el alcalde Marco Aurelio Pérez y el noveno conde de la Vega Grande de Guadalupe y recién nombrado Hijo Adoptivo del municipio de San Bartolomé de Tirajana, Alejandro del Castillo y Bravo de Laguna, los encargados de descubrir la placa conmemorativa de esta escultura ante medio millar de vecinos expectantes, después de que el párroco de barbas blancas y acento marino bendijera el monumento con agua bendita y ofreciera un discurso emocional en el que afirmó que “ser franciscano es un motivo de gozo”, y donde reiteró que El Castillo del Romeral le recordaba a su “Isleta del alma”.
También recordó Armando Ladeiro a los vecinos “amigos y hermanos” del pueblo que desde su llegada se han sumado a colaborar decididamente con la parroquia, (Chilla, Pepe Juan, Paco Juan, Carreño, Chano, Pablo, Santiago, Pedro… “y un montón de hermanos más y disculpen todos aquellos a los que no he nombrado”, dijo), artífices de llevar a cabo “con cariño y ternura” las obras del pedestal necesarias para la instalación de la imagen pétrea de Francesco d’Assisi, pero también de la construcción de las oficinas parroquiales e incluso del remozamiento interior de la Iglesia con la instalación de un enorme y luminoso lamparón de lágrimas sobre el ofertorio, o la confección del presbiterio y de un sagrario aledaño adornados con motivos florales y angelicales revestidos de pan de oro. Los parroquianos se muestran agradecidos con el cura y muy satisfechos con su aportación, tanto que incluso han instalado un Cristo de fundición rescatado por el franciscano de un edificio oficial, dentro de un santuario de cristal construido a más de dos metros y medio de altura en la pared del templo que mira directamente hacia la Plaza de la Santa Cruz.
El sitio ideal
En nombre del Conde Alejandro del Castillo intervino su hijo Fernando, quien destacó “el honor y la honra” de la familia condal por poder compartir con los vecinos la celebración de una misa y un acto parroquial, ejemplo de “una iglesia viva, con gente participativa de un pueblo de paz”, afirmó.
Por su parte, en una bendición “al estilo Juan XXIII, sin papeles y desde el corazón”, el franciscano Ladeiro Martín enebró añurgado una conversación “con Francisco”, a quien le pidió que, como ejemplo “de la alegría y gozo de hacer feliz a todos los que le rodeaban”, iluminara a los habitantes del Castillo “en la búsqueda de la paz que conlleva la presencia de Dios en nuestro interior, para que las paz llegue a todos los hogares y todas las personas, y se extienda por todo el municipio de Tirajana”, dijo.
La lectura pública de la placa en la base de la estatua la hizo a viva voz el concejal del pueblo Jerónimo Guedes Herrera. En ella se resalta la bendición de San Francisco; la fecha del 4 de octubre como Día Mundial de la Paz; y los nombres propios del alcalde y del Conde de la Vega Grande de Guadalupe como oficiantes de la inauguración. También figura el del Obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases Andreu, cuya ausencia fue excusada por el párroco como “un olvido de anotación en su agenda y una visita a Lanzarote”. El cura comunicó a los feligreses que éste asistirá al Castillo el próximo viernes 12 de octubre, para oficiar la ceremonia y comunión eclesiástica de las siete de la tarde.
La escultura de San Francisco de Asís ahora inaugurada en la plaza del Castillo del Romeral acompañó al actual párroco del pueblo en sus dos destinos anteriores, donde hizo intentos por colocarla sin tener éxito. “No fue posible porque algo en mi interior me decía que aquellos no eran su sitio ideal, hasta que llegué aquí y conocí la voluntad de la gente”. La imagen de piedra sin referencia de autor ocupa ahora un lugar central en el corazón de un pueblo que le recuerda constantemente a su Isleta natal. Los feligreses se muestran agradecidos.
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